martes, 8 de noviembre de 2011
El consumismo desenfrenado se instala en China
Los ciudadanos chinos se apuntan al consumismo desenfrenado con pasmosa facilidad y se muestran dispuestos a gastarse su dinero en todos aquellos nuevos productos y servicios que las empresas les ofrezcan, a pesar de la creciente inflación instalada en el país, según una encuesta de la consultora estadounidense McKinsey Quaterly realizada recientemente entre consumidores de China.
Tres son las principales conclusiones de la encuesta que destaca la consultora. La primera, muy alentadora para las empresas, es que los consumidores chinos se sienten más optimistas este año que el pasado en lo referente a sus perspectivas financieras; la segunda es que entre los consumidores urbanos desciende el número de compradores primerizos por primera vez desde hace algunos años y la tercera es que a pesar de que se está produciendo un aumento del sentimiento de conciencia de marca, la fidelidad hacia la misma no sigue por los mismos derroteros. De hecho, cada vez más consumidores amplían el abanico de las consideradas marcas favoritas.
A finales de 2010 la inflación en China era del 4,6% y en el mes de agosto pasado alcanzó el 6,2%, cerca de su nivel más alto en los últimos tres años. Consecuentemente se resintió el crecimiento real del consumo que se redujo en un 8,5% en 2010. Sin embargo, los consumidores tienen más confianza en su futuro financiero por lo que es previsible que se note, al alza, en sus comportamientos de compra. Un 58% de los encuestados espera que sus ingresos aumenten durante este año, mientras que el año pasado era únicamente un 39% el que mantenía semejantes esperanzas.
Hace diez años el crecimiento del consumo se producía en gran parte debido a la incursión en el mercado de los primeros consumidores. Ahora, sin embargo, el número de primeros compradores ha descendido sobre todo en regiones geográficas concretas. La encuesta revela que aspectos como el cuidado de la piel y el cabello se integran en el listado de objetos de consumo entre los chinos, también muy aficionados a los productos caros. En el sector de consumidores primerizos un 23% de los encuestados manifestó que había comprado dispositivos digitales por primera vez.
Por lo que se refiere a las marcas, la encuesta reconoce la influencia de las mismas en los hábitos de compra de los consumidores chinos que las proporcionan un valor por encima del precio o del canal de distribución. Para los chinos los productos de marca son más seguros y de mayor calidad que los de “marca blanca” o los normales. Sin embargo este reconocimiento no se trasluce ni desemboca en un sentimiento de fidelidad o lealtad hacia la marca en cuestión. Hace dos años, los consumidores chinos sentían cierta fidelidad hacia dos o tres marcas. Ahora, y según los sectores y los productos, su abanico de favoritas varía de tres a cinco, aunque en sectores como la ropa, en el que las marcas de lujo se han establecido con contundencia, el número de favoritas se hace aún mayor, según la encuesta de McKinsey.
Twittear |