sábado, 14 de enero de 2012

Aumenta el número de ciudadanos de Estados Unidos que cree que hay grandes diferencias sociales entre pobres y ricos

El movimiento ‘Occupy Wall Street’’  ya no se ocupa de Wall Street, pero el asunto captó la atención de millones de ciudadanos estadounidenses hasta el punto de generar un cierto conflicto entre clases sociales, según una encuesta de Pew Research Center  cuyo resultado fundamental es que dos tercios de la población consideran que existen discrepancias “fuertes” o “muy fuertes” entre ricos y pobres.

Según las conclusiones de la encuesta, realizada a más de 2.000 adultos, no solo se percibe que los conflictos de clases son más frecuentes, sino que también existe la creencia de que esos conflictos son más intensos hasta el punto de producirse un aumento en este sentido de 19 puntos respecto al año 2009.

El conflicto entre ricos y pobres, ha pasado a ocupar el primer puesto en la evaluación de las divisiones sociales dentro de la sociedad estadounidense relegando a segundo plano a otras tres fuentes potenciales de tensión tales como la emigración o la histórica disensión entre negros y blancos. 

Prácticamente todos los grupos demográficos importantes perciben de manera significativa que hay más  conflictos de  clase que hace dos años. Sin embargo, la encuesta demostró que los adultos más jóvenes, las mujeres, los demócratas y los afroamericanos son más proclives que las personas mayores, los hombres, los republicanos, blancos o hispanos a reconocer que hay fuertes discrepancias entre ricos y pobres.

Mientras que los negros siguen siendo más propensos que los blancos a ver serios conflictos de clase, la participación de los blancos que sostienen esta opinión se ha incrementado en 22 puntos porcentuales, hasta el 65%, desde el año 2009. Al mismo tiempo, la proporción de negros (74%) e hispanos (61%) que comparten este juicio, ha crecido en un solo dígito (8 y 6 puntos, respectivamente).

El  mayor incremento en las percepciones de los conflictos de clase se produjo entre los políticos liberales y los norteamericanos que dicen no estar afiliados a ninguno de los dos partidos más importantes. En cada grupo la proporción de quienes dicen que hay grandes desacuerdos entre los estadounidenses ricos y pobres, ha aumentado en más de 20 puntos porcentuales desde 2009.

Estos cambios en la actitud ciudadana en un período relativamente corto de tiempo puede reflejar el mensaje de desigualdad de ingresos y de riqueza transmitido por el movimiento “Occupy Wall Street “ que captó la atención de todos los medios del país a finales de 2011. Pero los cambios también pueden deberse a una creciente conciencia pública  en la distribución de la riqueza en la sociedad estadounidense.

Si bien los resultados de la encuesta muestran un cambio significativo en la percepción pública del conflicto de clases en la vida estadounidense, no necesariamente indican un aumento en las quejas hacia los ricos. Es posible que las personas que ven más conflictos entre clases piensen que la ira hacia los ricos es equivocada y  tampoco estos datos sugieren un apoyo creciente de medidas gubernamentales para reducir la desigualdad de ingresos.

De hecho, otras preguntas de la encuesta muestran que algunas actitudes fundamentales hacia los ricos se han mantenido prácticamente sin cambios. Por ejemplo, no ha habido ningún cambio en las opiniones acerca de si los ricos se hicieron ricos a través del esfuerzo personal, si  tuvieron la suerte de heredar  o por  tener las conexiones adecuadas.

Un 46%  de los encuestados cree que las personas más ricas "lo son, principalmente porque conocen a las personas adecuadas o porque nacieron en familias ricas". Sin embargo, casi la misma cantidad tiene una visión más favorable de los ricos: el 43% dicen que los ricos se hicieron ricos, "principalmente porque trabajaron duro, por  ambición, o por la educación". Son datos similares a los de otro estudio de Pew en 2008.

Por otra parte, una encuesta reciente de Gallup encontró que una proporción menor de la población cree que la desigualdad de ingresos es un problema "que necesita ser arreglado", prácticamente el mismo punto de vista que en 1998 (45% vs 52%). Cuando  se les pidió que calificaran la importancia de diversas alternativas políticas, menos de la mitad (46%) dijo que  "reducir  las diferencias de renta y riqueza entre los ricos y  pobres" es “importante” o “muy importante”. Además, más de ocho de cada diez ciudadanos (82%) dicen que las políticas que fomenten el crecimiento económico deben ser prioritarias.

 Otras  tres  divisiones sociales históricas son vistas, en general, con  menos contundencia. Cerca de seis de cada diez personas (62%) dicen que hay fuertes conflictos entre los inmigrantes y los nativos, incluyendo 24% de los que caracterizan  estos desacuerdos como "muy fuertes", lo que representa un cambio importante en la encuesta de Pew Research Center realizada en 2009. En aquel entonces, una mayor proporción de  estadounidenses creía que había conflictos más fuertes entre los inmigrantes y los nativos que entre ricos y  pobres (55% vs 47%). Hoy  día, a pesar de que las percepciones de los desacuerdos entre los inmigrantes y los nativos se han incrementado en 7 puntos  en los últimos dos años, esta división social  ahora se ubica detrás de los conflictos entre ricos y pobres en la jerarquía de los focos de tensión social de los ciudadanos.

La percepción de que existe un fuerte crecimiento de conflicto entre las clases económicas del país, está ampliamente aceptado. No sólo por parte de los que se encuentran en los peldaños inferiores de la escala de ingresos sino que mantienen la misma creencia en que hay serios desacuerdos, capas sociales relativamente acomodadas. Casi dos tercios (64%) de todos los adultos con ingresos familiares de menos de 20.000 dólares estiman que existen fuertes conflictos entre  ricos y pobres, opinión compartida por el 67% de los que ganan 75.000 dólares o más, al año.

Los demócratas y los políticos liberales  son mucho más propensos que los republicanos o los conservadores a reconocer  que hay graves conflictos entre ricos y  pobres. En solo dos años la percepción de los conflictos de clase ha aumentado considerablemente entre los miembros de ambos partidos, así como entre los autodenominados independientes, conservadores, liberales y moderados. El resultado es que las mayorías de cada partido político y el punto de vista ideológico están de acuerdo en  los graves conflictos existentes entre los estadounidenses en la parte superior e inferior de la escala de ingresos.

Casi tres cuartas partes de los autodenominados demócratas (73%) admiten que hay serios conflictos de clase,  con un incremento de 18 puntos sobre lo que dijeron  en 2009. El aumento entre los republicanos es muy similar (17 puntos porcentuales. En la actualidad la mayoría de los partidarios del Partido Republicano ven serios conflictos entre ricos y pobres.

Los estadounidenses opinan casi por igual cuando se les pregunta si los ricos se hicieron ricos en su mayoría debido al trabajo duro principalmente o por haber nacido en una familia rica o con  conexiones. Una mayoría del 46% cree que los ricos son ricos porque han nacido con  dinero o porque han conocido a la gente adecuada. Sin embargo, casi la otra  cantidad (43%) piensan que los ricos lo son por el trabajo duro, a la ambición o por haber recibido una buena educación. (Resultados muy similares a los obtenidos por Pew en 2008).

Esta opinión es muy similar en todos los diferentes grupos de ingresos. El 46 % de las personas con menos de 20.000 dólares al año opina que las buenas conexiones y la suerte hacen ricos, lo mismo que el 47 % de los que ingresan 100.000 dólares al año.

Por el contrario, las actitudes de los republicanos y los demócratas en este tema son diametralmente opuestas. Casi seis de cada diez demócratas (58%) dice que la riqueza se debe principalmente al dinero de la familia o por conocer a  la gente adecuada. Una proporción idéntica de los republicanos dice que la riqueza es principalmente una consecuencia del trabajo duro, la ambición o tener la educación necesaria para salir adelante. Políticos independientes se sitúan entre: un poco menos de la mitad (45%) al esfuerzo personal, mientras que una proporción igual cree que las circunstancias familiares o de las conexiones es la explicación más probable.

Los afroamericanos (54%) son más proclives que los blancos no hispanos (44%) para ver el origen de la riqueza como consecuencia del dinero de la familia o de  las conexiones, una opinión compartida por el 51% de los hispanos. Las mujeres en la encuesta son ligeramente más propensas que los hombres a pensar, que la riqueza es el resultado del dinero familiar  o las conexiones, pero estas diferencias no son estadísticamente significativas.

Los jóvenes están significativamente más inclinados que los adultos mayores a que  la riqueza se debe al dinero de familia o a las conexiones (51% para los de 18 a 34 años de edad, por el 37% de los adultos mayores de 65 años). Sin embargo, la opinión de los "jóvenes más jóvenes", los de 18 a 25, difieren significativamente de aquellos que son sólo un poco mayores, según el resultado de la encuesta de Pew.
  1. Anónimo

    La verdad es que sorprende que con la crisis se está abriendo una mayor brecha entre ricos y pobres..no se compran casas, coches etc salvo en el segmento del lujo. Algo estamos haciendo mal como sociedad en su conjunto

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