lunes, 26 de diciembre de 2011

El poder de los gobiernos para controlar al ciudadano a través de Internet, tema de debate


De nuevo el tópico de Orwell vuelve a planear sobre la incauta humanidad. Aún podremos ser más vigilados y controlados. O, al menos, eso es lo que parece deducirse de las conclusiones de dos estudios elaborados por dos prestigiosas instituciones sobre el futuro de Internet: los gobiernos dictatoriales – y quizá los que parecen no serlo-, podrán ejercer una estrecha vigilancia digital sobre los ciudadanos durante 24 horas al días, siete días a la semana, según Fast Company.

En una investigación del Instituto Brookings, coordinada por el profesor de UCLA, John Villasenor, se asegura que los regímenes represivos de todo el mundo podrán controlar por muy poco dinero todas las comunicaciones de voz y datos por Internet en sus respectivos países. El Centro de Investigación Pew, en otro estudio, expone que los mensajes de texto electrónicos están creciendo de una forma inimaginable en los países del tercer mundo y que ello será campo abonado para el control por parte de sus gobiernos.

Según Villasenor, “Por primera vez será tecnológica  y financieramente viable para los gobiernos grabar casi todo lo que se dice o hace dentro de sus fronteras -conversaciones telefónicas, mensajes electrónicos, cualquier modo de interacción social, así como los movimientos de cada persona y vehículo, por medio de cámaras de video en  cada esquina". Efectivamente suena espeluznante.

Los avances tecnológicos que se utilizan para los aparatos de consumo como los sorprendentes iPhones, son los mismos que ayudan a impulsar los proyectos de la ominosa vigilancia de los gobiernos. La investigación de Villasenor señala que el almacenamiento para grabar todas las llamadas realizadas en Siria durante un año cuesta actualmente  2,5 millones de dólares pero que si la tendencia actual de fijación de precios continuara, en 2016 , el mismo proceso solo costaría 250.000 dólares.

La rápida caída de los costos de almacenamiento también significa que los sistemas de vigilancia de video orwellianos pronto serán más que asequibles. Un proyecto piloto para dotar al municipio chino de Chongqing, con 12 millones de habitantes, de 500.000 cámaras de video en sus calles cuesta en la actualidad 300 millones de dólares. Sin embargo, según el estudio de Brookings, este precio se reducirá, en 2020, a solamente tres millones de dólares. Por cierto, el proyecto ha sido asumido por Cisco con software de HP.

Además de Cisco y HP, que participan activamente en proyectos chinos de vigilancia a ciudadanos, hay otras empresas punteras, como McAfee y Boeing, que colaboran en proyectos de control de las comunicaciones por Internet en países como Irán y Myanmar, la antigua Birmania.

El estudio de Pew, titulado “Global Digital Communication”, aporta otros datos de interés. Por ejemplo, que la propagación de teléfonos móviles baratos en África y Asia está cambiando profundamente la naturaleza de la comunicación. La mensajería de texto es más común en Indonesia y Kenia, donde el 96 y 89 por ciento, respectivamente, de los propietarios de teléfonos móviles envía mensajes de texto “sms” y el 50 por ciento de los propietarios de móviles de todo el mundo utilizan sus teléfonos para tomar fotografías o grabar videos.

También señala Pew que el 96 por ciento de los españoles poseen teléfonos móviles, mientras que en Estados Unidos es el 85 por ciento y que quienes más usan las redes sociales son los israelíes con más del 50 por ciento, según el artículo de Fast Company.

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