viernes, 8 de julio de 2011
The Economist: España y su doble personalidad: ¿cuál se impondrá?
El semanario británico The Economist analiza esta semana cuál puede ser el futuro de España en el escenario de crisis de confianza desatado en los mercados financieros. Según esta publicación, España tiene una doble personalidad: una cara es vibrante y la otra es enfermiza. Dependiendo de que cuál de las dos se imponga cabe esperar un mejor o peor futuro.
El semanario pone como ejemplo la distinta consecución de las metas fiscales impuestas en el plan de ajuste, con un comportamiento riguroso por parte del Estado y una mayor laxitud, al menos por lo conocido en los primeros meses de 2011, por parte de las administraciones territoriales.
Otra dualidad se produce en el sistema financiero: frente a los grandes bancos como Santander o BBVA, que gracias a su diversificación internacional están toreando con cierta holgura la crisis, están las cajas de ahorro, que se la juegan en los próximos meses.
Una tercera dualidad es la existente entre las empresas exportadoras y las que sólo se han centrado en el mercado interior, grupos entre los que se ha abierto un abismo importante en la forma como están navegando en la crisis.
Para The Economist, las medidas de austeridad implantads y algunas reformas emprendidas van en la dirección correcta, pero no son suficientes, porque el gran quid de la cuestión es el crecimiento de la economía española y el empleo. Las perspectivas, en este sentido, no son muy favorables.
Con todo, lo más importante es cuál de las dos España prevalece, la más competitiva o la más retrógrada. España necesita reformas más profundas, aunque con las elecciones a la vuelta de la esquina, este proceso podría ralentizarse, según The Economist.
El semanario pone como ejemplo la distinta consecución de las metas fiscales impuestas en el plan de ajuste, con un comportamiento riguroso por parte del Estado y una mayor laxitud, al menos por lo conocido en los primeros meses de 2011, por parte de las administraciones territoriales.
Otra dualidad se produce en el sistema financiero: frente a los grandes bancos como Santander o BBVA, que gracias a su diversificación internacional están toreando con cierta holgura la crisis, están las cajas de ahorro, que se la juegan en los próximos meses.
Una tercera dualidad es la existente entre las empresas exportadoras y las que sólo se han centrado en el mercado interior, grupos entre los que se ha abierto un abismo importante en la forma como están navegando en la crisis.
Para The Economist, las medidas de austeridad implantads y algunas reformas emprendidas van en la dirección correcta, pero no son suficientes, porque el gran quid de la cuestión es el crecimiento de la economía española y el empleo. Las perspectivas, en este sentido, no son muy favorables.
Con todo, lo más importante es cuál de las dos España prevalece, la más competitiva o la más retrógrada. España necesita reformas más profundas, aunque con las elecciones a la vuelta de la esquina, este proceso podría ralentizarse, según The Economist.
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