viernes, 5 de agosto de 2011
FT y el patriotismo corporativo español
El corresponsal del Financial Times en Madrid, Victor Mallet, escribe hoy un interesante análisis sobre la encrucijada que enfrentan las grandes empresas españolas: aunque les pese, ser español no sienta bien a ojos de los grandes inversores internacionales y por ello todas las grandes empresas ponen el foco en su presencia exterior.
Así ha ocurrido en la reciente ronda de presentación de resultados, explica Mallet, donde las grandes empresas mostraron sus fortalezas producto de su diversificación geográfica, aunque no todo fueron buenas noticias. Así, en el caso de Banco Santander, este trimestre se le ha juntado la negativa evolución de su negocio en España con algunas debilidades en Brasil y una provisión extraordinaria en Reino Unido, lo que a juicio del corresponsal es una muestra de que la diversificación exterior tampoco garantiza la inmunidad total por sí sola.
Aunque quizá lo más original del artículo de Victor Mallet es la experiencia ocurrida en Sudáfrica hace unos años, cuando algunas de sus grandes corporaciones decidieron trasladar su cotización a la Bolsa de Londres para quitarse de encima la penalización por ser compañías sudafricanas.
No parece probable hoy por hoy que en España ninguna gran empresa se plantee trasladar fuera de Madrid su centro de operaciones financiero (Nokia, por ejemplo, tiene la dirección financiera en Nueva York), porque una decisión de este calibre sería muy mal visto. No obstante, ahí queda la idea.
Así ha ocurrido en la reciente ronda de presentación de resultados, explica Mallet, donde las grandes empresas mostraron sus fortalezas producto de su diversificación geográfica, aunque no todo fueron buenas noticias. Así, en el caso de Banco Santander, este trimestre se le ha juntado la negativa evolución de su negocio en España con algunas debilidades en Brasil y una provisión extraordinaria en Reino Unido, lo que a juicio del corresponsal es una muestra de que la diversificación exterior tampoco garantiza la inmunidad total por sí sola.
Aunque quizá lo más original del artículo de Victor Mallet es la experiencia ocurrida en Sudáfrica hace unos años, cuando algunas de sus grandes corporaciones decidieron trasladar su cotización a la Bolsa de Londres para quitarse de encima la penalización por ser compañías sudafricanas.
No parece probable hoy por hoy que en España ninguna gran empresa se plantee trasladar fuera de Madrid su centro de operaciones financiero (Nokia, por ejemplo, tiene la dirección financiera en Nueva York), porque una decisión de este calibre sería muy mal visto. No obstante, ahí queda la idea.
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