jueves, 28 de octubre de 2010
Artículo: "Liderazgo en Atacama"
Tribuna de Opinión de Pablo Fernández en el diario Cinco Días
El rescate de los 33 mineros de la mina del desierto de Atacama, culminado con éxito en apenas 22 horas tras casi 70 días de esperanza, ha mostrado lo mejor de la condición humana, la fuerza de la solidaridad y una ilusión colectiva difícil de igualar ante lo que podría haberse convertido en una auténtica tragedia nacional. Los 1.000 millones de personas que habrían seguido el feliz desenlace son, al mismo tiempo, una constatación de la larga vida que les queda a los medios de comunicación y de la importancia creciente de las plataformas multimedia y la aplicación de la tecnología al servicio de la información en vivo y en directo.
Más allá de la alegría compartida universalmente y el espectáculo mediático global, hay un ángulo destacable en esta historia: el liderazgo ejercido por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, durante toda la operación, desde el principio, cuando apostó por la que seguramente era la opción de mayor riesgo político -confiar en que los mineros podían seguir vivos cuando muchos les daban ya por muertos- hasta el final, con una gestión del feliz desenlace sobria e inteligente. (Leer artículo completo)
El rescate de los 33 mineros de la mina del desierto de Atacama, culminado con éxito en apenas 22 horas tras casi 70 días de esperanza, ha mostrado lo mejor de la condición humana, la fuerza de la solidaridad y una ilusión colectiva difícil de igualar ante lo que podría haberse convertido en una auténtica tragedia nacional. Los 1.000 millones de personas que habrían seguido el feliz desenlace son, al mismo tiempo, una constatación de la larga vida que les queda a los medios de comunicación y de la importancia creciente de las plataformas multimedia y la aplicación de la tecnología al servicio de la información en vivo y en directo.
Más allá de la alegría compartida universalmente y el espectáculo mediático global, hay un ángulo destacable en esta historia: el liderazgo ejercido por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, durante toda la operación, desde el principio, cuando apostó por la que seguramente era la opción de mayor riesgo político -confiar en que los mineros podían seguir vivos cuando muchos les daban ya por muertos- hasta el final, con una gestión del feliz desenlace sobria e inteligente. (Leer artículo completo)
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